El Proxenetismo y el Trabajo Sexual: Desafíos Legales y Repercusiones Sociales.
En un reciente video de Libertad y Lo Que Surja, se establece un diálogo acerca del concepto de proxenetismo y las definiciones legales asociadas a esta práctica. Generalmente, las personas tienen una percepción estigmatizada del proxenetismo y el trabajo sexual, y lo que implica esta práctica según lo que se conversa con otras personas, lo que se ha leído en medios de comunicación, televisión, películas y otras fuentes, pero esta percepción no es precisa. Para conocer del tema es necesario profundizar.
El proxenetismo es considerado un delito según el Código Penal. Sin embargo, se está debatiendo una ampliación de su definición, incluyendo a aquellos que reciben dinero de alguna forma relacionada con la prostitución o reciben beneficios indirectamente de esta práctica. Por ejemplo, en Suecia, se ha llegado a criminalizar incluso a parejas de prostitutas por recibir dinero de actividades compartidas.
En Francia, donde incluso contestar una llamada telefónica en nombre de otra persona ocupada ha llevado a acusaciones de proxenetismo. Esta amplia interpretación de la ley ha generado controversia, ya que las acciones aparentemente inofensivas, como simplemente atender una llamada, se consideran ahora una forma de facilitar la prostitución. Asimismo, se está evaluando si los hijos de las trabajadoras sexuales podrían ser incluidos dentro de esta figura legal, dado que su sustento económico proviene de ingresos marcados como delito. Estas medidas adoptadas deben ser evaluadas minuciosamente, aunque todas las intenciones parecen tener consecuencias negativas y un mayor estigma para las trabajadoras sexuales.
La figura de la «tercería locativa» se menciona como una categoría específica dentro de la nueva ley. Esto implica que no es necesario justificar el hecho de recibir dinero por parte del arrendatario, sino que simplemente si el espacio se destina a actividades relacionadas con la prostitución ya es suficiente para incurrir en el delito de proxenetismo. Incluso aquellos que alquilan sus propiedades sin intención de involucrarse en la industria de la prostitución pueden enfrentar graves consecuencias legales si se demuestra que tenían conocimiento de las actividades.
Los partidos políticos como el PSOE, PP, VOX, buscan “proteger” a las personas según sus ideales conservadores o feministas, sin embargo, las mujeres serán las primeras en ser afectadas bajo esta nueva ley. La aplicación de la ley también puede tener consecuencias adversas para las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, que en su mayoría son inmigrantes y que se dedican al trabajo sexual, ya sea con permiso de residencia o no. Es importante mencionar que también están involucrados chicos, homosexuales, trans, aunque sea en minoría.
La ley vigente y las nuevas definiciones generarán más clandestinidad e inseguridad para aquellas personas que voluntariamente quieren ejercer el trabajo sexual. En este contexto, hay que preguntarse si estas medidas realmente benefician a las personas que optan por la prostitución y si se están abordando adecuadamente sus derechos y protecciones. La legislación, en lugar de proteger y empoderar a las y los trabajadores sexuales, puede generar mayores obstáculos y dificultades para las personas al restringir su acceso a espacios publicitarios y oportunidades económicas.
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